Biciclo seguro

En la década de 1880 se comenzó a diseñar un vehículo más seguro para el ciclista. También comienza a utilizarse el término bicicleta (diminutivo de biciclo) que acabaría reemplazando al vocablo biciclo seguro.

Durante esta época, y hasta finales del siglo XIX, se produjeron grandes mejoras en estos vehículos, que darán lugar a la bicicleta tal y como la conocemos actualmente.

El paso fundamental es la utilización de una cadena de transmisión que conectase un plato delantero con la rueda trasera para así aumentar la potencia de pedaleo.

El primer intento en realizarlo es por el inglés Henry Lawson. Pero serán los modelos de John Starley (la Rover de 1884 y la Singer de 1888) los que revolucionarán el sistema:

• El centro de gravedad del ciclista y la máquina estarán más próximos al suelo, por lo que se ganará en estabilidad.
  
• El cuadro tendrá una estructura trapezoidal dando más solidez al vehículo.
  
• Las dos ruedas serán iguales, aunque la delantera será un poco mayor al principio. Posteriormente, pasarán a ser de igual tamaño.
  
• El sillín tenía una suspensión de muelles para absorber las irregularidades del terreno.

En 1888, el escocés J. Dunlop incorpora neumáticos a las ruedas, con lo que se hace más cómodo y seguro el pedaleo.

Años más tarde, en 1891, los hermanos franceses Michelin consiguen desarrollar un tipo de neumático de cámara de aire y de una cubierta, facilitando así las reparaciones.

Las bicicletas se popularizan en todos los niveles de la sociedad. Se construyeron modelos de bicicletas para que las mujeres pudieran circular cómodamente. Comenzando así a utilizarla muy a menudo, con lo que la bicicleta constituyó un aspecto importante del creciente movimiento de liberación femenino.